Después de un largo invierno que parecía no querer irse nunca, uno de los más fríos y húmedos que recuerdo sin remontarme a la infancia.. (Aquellos si que eran inviernos y no estos jajaja!! de katiuskas calcetines mojados y bolas de nieve!) Por fin, llego la primavera! La estación del año que más me gusta, porque parece que todo renace en ella… Los arboles vuelven a vestirse de ese verde intenso, las flores tapizan los prados y los rayos de sol nos vuelven a calentar un poquito, lo suficiente para ir secando nuestros pobres huesos..

Ainhoa y Alvaro viven en Beasain, y tenían la intención de hacer una boda intima con los más allegados en las instalaciones del palacio medieval de Igartza, una magnifica casa torre del siglo XVI que ahora es de dominio publico y que es de esas joyas arquitectónicas que este giputxi no conocía hasta hace bien poquito…

La sesión de fotos la planteamos tranquilamente ya que disponiamos de tiempo, primero en Donosti, Paseo nuevo, parte vieja, puerto…  y de camino a Beasain desvío en Lazkao para ir a Lazkaomendi y sacar unas fotos en este entorno de postal que son la sierra de Aralar y el Txindoki, como proa orgullosa de este entorno privilegiado. Al otro lado Aizkorri, los pequeños gigantes de nuestra tierra.. Con sitios así no me extraña que seamos tan aficionados a la montaña.

Lo bueno de vivir en un sitio tan pequeño es que todo esta muy concentrado, cuantos lugares pueden decir que tengan tal concentración de paisajes tan diversos y bellos, vivimos en un sitio tan bonito tan bonito que para que los demás no nos tengan envidia tenemos que taparlos con nieblas, brumas y cielos encapotados..

Bueno lo siento, ya me a salido la vena Giputxi..

Aitzol

Maite ditut
maite
geure bazterrak
lanbroak
izkutztzen dizkidanean
zer izkutatzen duen
ez didanean ikusten uzten
orduan hasten bainaiz
izkutukoa…
nere barruan bizten diren
bazter miresgarriak
ikusten.

Joxe Anton Artze.